¡La polémica no para! El alcalde de Cúcuta, Jorge Acevedo, ha causado revuelo en Colombia tras asistir al esperadísimo concierto de Shakira en Barranquilla el 20 de febrero, justo el mismo día en que decretó un toque de queda en su ciudad. Mientras Cúcuta vivía momentos de tensión debido a explosiones y el recrudecimiento de la violencia en los municipios vecinos, Acevedo no dudó en disfrutar de la fiesta con la reina del pop.
Las redes sociales se encendieron al ver una foto del alcalde posando feliz junto a Alex Char, alcalde de Barranquilla, y el exconcursante de MasterChef Celebrity, JuanDa Caribe. El evento, repleto de energía, no pasó desapercibido, pero lo que más llamó la atención fue que, mientras tanto, el propio Acevedo había informado horas antes en Twitter que Cúcuta estaría bajo toque de queda debido a varios atentados en la zona, incluyendo un coche bomba y explosivos en centros policiales.
Esto dejó a muchos cucuteños perplejos. ¿Cómo era posible que el líder de la ciudad estuviera de fiesta mientras sus conciudadanos pasaban por momentos de miedo e incertidumbre? Las críticas no se hicieron esperar. “¿Es este el ejemplo que da el alcalde?”, preguntaban algunos en las redes sociales, mientras otros se mostraban indignados por la aparente desconexión de Acevedo con la gravedad de la situación.
Pero Acevedo no se quedó callado. Al regresar de Barranquilla, respondió a las críticas con una actitud relajada, asegurando que su asistencia no comprometió los esfuerzos de seguridad en Cúcuta. “Me gusta Shakira, es una de mis artistas favoritas, y fui invitado a disfrutar de su show”, declaró en tono firme, restando importancia a los comentarios negativos. “Me alegró mucho haber ido al concierto”, añadió con una sonrisa, dejando claro que no es fácil resistirse a la magia de la cantante.
A pesar de la controversia, el alcalde se mostró tranquilo, destacando que su amor por la música no tiene fronteras ni toques de queda. ¡Quién diría que un toque de queda no detendría a un fan tan fiel de la música latina! Y, mientras Cúcuta continúa su lucha contra la violencia, en la ciudad al menos se sabe que su alcalde tiene el ritmo y el corazón para disfrutar de un buen concierto.
¿Le costará al alcalde afrontar las críticas o se olvidará de la tormenta política tras la fiesta de Shakira? Solo el tiempo lo dirá, pero por ahora, parece que el espectáculo sigue.