La reacción corporal asociada al frío o a las emociones intensas no es un mero vestigio evolutivo que heredamos de nuestros ancestros. Resulta que desempeña una función importante y desconocida hasta ahora.
Si bien las razones por las que a veces se nos pone la piel de gallina no son ningún secreto y suelen atribuirse al frío y a la segregación de la adrenalina por alguna emoción intensa, las funciones de esta reacción de nuestra piel no quedaban tan claras. Incluso Charles Darwin reflexionó sobre ella en sus escritos sobre la evolución.
En el caso de los animales con un pelaje grueso, la piel de gallina podría protegerles del frío, pero en el caso de los humanos los beneficios no eran nada aparentes. Ahora los científicos han descubierto para qué se nos eriza la piel, y resulta que no es un mero vestigio evolutivo.
En su reciente estudio, publicado en la revista Cell, determinaron que la piel de gallina es importante para la regulación de las células madre que regeneran los folículos pilosos y el cabello, y el músculo que se contrae provocando que se nos erice la piel establece un puente entre el nervio simpático y las células madre de los folículos pilosos.
El nervio simpático reacciona a los estímulos externos como el frío, contrayendo el músculo debajo de la piel y causando esa peculiar reacción a corto plazo, y de este modo impulsa la activación de las células madre de los folículos pilosos y el crecimiento de nuevo cabello a largo plazo.
Descubren para qué se nos pone la piel de gallina
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