¡Increíble pero cierto! Lo que debía ser una postal digna de Instagram terminó en una tragedia que ha dejado a más de uno con la piel de gallina. Olga Perminova, una turista rusa de 53 años, falleció en Sri Lanka mientras intentaba tomarse una selfie en el famoso tren Podi Menike, conocido por su ruta panorámica entre montañas y plantaciones de té.
Luciendo un elegante vestido rosa y con el viento agitando su cabello, Olga posaba con una mano en la puerta del tren en movimiento, recreando la icónica foto que tantos turistas han compartido en redes. Pero el destino tenía otros planes. Un mal cálculo, un instante fatal y… ¡zas! La mujer se golpeó la cabeza contra una roca y cayó del tren, sufriendo heridas tan graves que, lamentablemente, no pudo sobrevivir.
El accidente ocurrió en uno de los tramos más fotografiados del país, entre las estaciones de Badulla y Hali Ela, donde el paisaje montañoso enamora a miles de visitantes cada año. Pero esta vez, la belleza del lugar quedó opacada por la tragedia.
Las autoridades confirmaron el fallecimiento de la turista, y la Embajada de Rusia en Sri Lanka ya está gestionando la repatriación del cuerpo. Mientras tanto, en redes sociales, el caso ha reavivado el eterno debate: ¿hasta dónde estamos dispuestos a llegar por la foto perfecta?